¡Cuánto tememos a las adversidades!
Huimos de ella en cuanto se presenta, nuestra mente solo pretende que nos mantengamos en el permanente bienestar ¡eso no existe! La vida es cambio continuo, es un eter
no
fluir. “…En el camino del reencuentro con
nosotros, no hemos de temer a
la adversidad; ella nos llama a la reflexión. Cuando ocurren hechos en
nuestra vida que nos obnubilan, que nos dejan perplejos, hemos de
ceñirnos a nuestro camino de comprensión y no hemos de perder nuestro
hilo argumental con fantasías, con elucubraciones mentales, con
argumentos sobre el bien y el mal…”
Es necesario que tomemos conciencia de nuestra actitud para así poder acompasarnos con el cambio, con las circunstancias, con esa “adversidad”, con el “contratiempo”, con la “perturbación” y convertirlo en “aliados” de nosotros mismos, de la búsqueda de nuestra verdadera identidad, ya que “ellos”, no son “imprevistos” que se presentan en momentos “inoportunos” para perjudicarnos, para evitar, suspender o no dejarnos proseguir con nuestra búsqueda de la verdad, del autoconocimiento, sino al contrario, son auténticas herramientas, oportunidades para llevar a cabo ese fin. “…A menudo juzgamos, a menudo no queremos ver ni oír, a menudo nos escondemos de nosotros, que es escondernos de los otros y del mundo. Todo esto son parches para no crecer, para de algún modo estabilizarnos, pero dicha estabilidad no existe más que en el recuerdo de lo que somos.
Es preciso darnos cuenta también que cuando ocurren los cambios o sobrevienen las “adversidades” es para que podamos fluir con esa corriente que nos impulsa, porque su fin es conducirnos por los cauces adecuados, o “reconducirnos” y no quedarnos atrapados en la superficie de la apariencia. Hemos de intentar “borrar” de nuestro diccionario personal la palabra “adversidad” y cambiarla por el de “oportunidad”, nos aclararán la “visión”, porque eso es lo que son: nueva visión, nuevas oportunidades para nuestro crecimiento, la inteligencia de la vida nos la “trae” para eso, para que despertemos, son puertas a salidas beneficiosas siempre. No nos resistamos, fluyamos, en el camino iremos descubriendo la verdad y la oportunidad de su presencia en “esos” momentos de nuestra vida.
Todas esas “adversidades”, esas perturbaciones, esos cambios, solo forman parte del “plan de estudios” que hemos de desarrollar, es parte de nuestra “aventura de conocernos”, son los “detalles”, los matices que estamos investigando de nosotros mismos en cada momento. Es preciso profundizar en su significado real, profundo. Es preciso aprender a vivir de un modo nuevo, real, pacífico, armónico, sin miedos, sin angustias, sin huir. ¿Qué hacer? Sólo observar, contemplar, mirar desde la conciencia la secuencia de los hechos, vivir sin parcelar, sin separarnos del entorno, sin evitar los cambios, ni los problemas, hemos de fluir con la vida para ir poco a poco integrándonos y ser UNO con todo. Esa son las “adversidades” auténticas OPORTUNIDADES, auténticos “regalos”, “frutos” de la vida para nuestro despertar y crecimiento.
¿Qué significa ser uno? Nos dice Claudia que “UNO implica no defendernos, no separarnos, no hacer nada más que observarnos en todos estos cambios, sino perderemos la capacidad y la concentración de la observación y no podremos continuar con el proceso de autoconocimiento. En la medida en que nos separamos de las cosas, del entorno, estamos fuera del camino de la autobservación” (*). Ese es nuestro objetivo en la vida hacernos UNO con todo y todos a través del camino del autoconocimiento, de la observación consciente, esos acontecimientos son la “tierra fértil” para ello. En mi experiencia vital, cada adversidad es y ha sido una “ayuda” inmensa en mi camino, sin ellas me hubiera “perdido”, ellas limaron mis aristas, agudizaron mi visión, “enderezaron” mi caminar, iluminaron mi oscuridad, me han traído y traen fuerza, claridad, comprensión y por sobre todo aceptación de mi vida, de la vida, paz. ¡Hoy, agradezco a la vida esas oportunidades, esos regalos!
Nos dice Claudia“…Levantemos nuestra bandera de triunfo y comamos y bebamos de los ríos y manantiales que la vida nos otorga, y aplaudámonos a nuestro paso, pues una fiesta es el vivir, pero nosotros quejumbrosos sin embargo no sabemos ver cuán grandiosa es nuestra obra, cuando nos tomamos de la mano y comenzamos a dilucidarnos para abrirnos a lo nuevo, a ese manantial inagotable de certezas nuevas que se esconde detrás de nuestra apariencia…”
¡Despertemos! ¡VIVAMOS! ¡SEAMOS!
Un abrazo.
Perla Guggiana. -Curso de Formación interior-
TEMA del día 25/09/2012: Las adversidades
Texto interpretado por Perla Guggiana LAS OPORTUNIDADES DE LA VIDA
(*) Texto del libro: “Autoconocimiento Parte I”, de Claudia Guggiana
Nota: No olvidéis difundir el Curso de Formación interior www.cursos-autoconocimiento.com, ¡muchos nos están esperando!
Es necesario que tomemos conciencia de nuestra actitud para así poder acompasarnos con el cambio, con las circunstancias, con esa “adversidad”, con el “contratiempo”, con la “perturbación” y convertirlo en “aliados” de nosotros mismos, de la búsqueda de nuestra verdadera identidad, ya que “ellos”, no son “imprevistos” que se presentan en momentos “inoportunos” para perjudicarnos, para evitar, suspender o no dejarnos proseguir con nuestra búsqueda de la verdad, del autoconocimiento, sino al contrario, son auténticas herramientas, oportunidades para llevar a cabo ese fin. “…A menudo juzgamos, a menudo no queremos ver ni oír, a menudo nos escondemos de nosotros, que es escondernos de los otros y del mundo. Todo esto son parches para no crecer, para de algún modo estabilizarnos, pero dicha estabilidad no existe más que en el recuerdo de lo que somos.
Es preciso darnos cuenta también que cuando ocurren los cambios o sobrevienen las “adversidades” es para que podamos fluir con esa corriente que nos impulsa, porque su fin es conducirnos por los cauces adecuados, o “reconducirnos” y no quedarnos atrapados en la superficie de la apariencia. Hemos de intentar “borrar” de nuestro diccionario personal la palabra “adversidad” y cambiarla por el de “oportunidad”, nos aclararán la “visión”, porque eso es lo que son: nueva visión, nuevas oportunidades para nuestro crecimiento, la inteligencia de la vida nos la “trae” para eso, para que despertemos, son puertas a salidas beneficiosas siempre. No nos resistamos, fluyamos, en el camino iremos descubriendo la verdad y la oportunidad de su presencia en “esos” momentos de nuestra vida.
Todas esas “adversidades”, esas perturbaciones, esos cambios, solo forman parte del “plan de estudios” que hemos de desarrollar, es parte de nuestra “aventura de conocernos”, son los “detalles”, los matices que estamos investigando de nosotros mismos en cada momento. Es preciso profundizar en su significado real, profundo. Es preciso aprender a vivir de un modo nuevo, real, pacífico, armónico, sin miedos, sin angustias, sin huir. ¿Qué hacer? Sólo observar, contemplar, mirar desde la conciencia la secuencia de los hechos, vivir sin parcelar, sin separarnos del entorno, sin evitar los cambios, ni los problemas, hemos de fluir con la vida para ir poco a poco integrándonos y ser UNO con todo. Esa son las “adversidades” auténticas OPORTUNIDADES, auténticos “regalos”, “frutos” de la vida para nuestro despertar y crecimiento.
¿Qué significa ser uno? Nos dice Claudia que “UNO implica no defendernos, no separarnos, no hacer nada más que observarnos en todos estos cambios, sino perderemos la capacidad y la concentración de la observación y no podremos continuar con el proceso de autoconocimiento. En la medida en que nos separamos de las cosas, del entorno, estamos fuera del camino de la autobservación” (*). Ese es nuestro objetivo en la vida hacernos UNO con todo y todos a través del camino del autoconocimiento, de la observación consciente, esos acontecimientos son la “tierra fértil” para ello. En mi experiencia vital, cada adversidad es y ha sido una “ayuda” inmensa en mi camino, sin ellas me hubiera “perdido”, ellas limaron mis aristas, agudizaron mi visión, “enderezaron” mi caminar, iluminaron mi oscuridad, me han traído y traen fuerza, claridad, comprensión y por sobre todo aceptación de mi vida, de la vida, paz. ¡Hoy, agradezco a la vida esas oportunidades, esos regalos!
Nos dice Claudia“…Levantemos nuestra bandera de triunfo y comamos y bebamos de los ríos y manantiales que la vida nos otorga, y aplaudámonos a nuestro paso, pues una fiesta es el vivir, pero nosotros quejumbrosos sin embargo no sabemos ver cuán grandiosa es nuestra obra, cuando nos tomamos de la mano y comenzamos a dilucidarnos para abrirnos a lo nuevo, a ese manantial inagotable de certezas nuevas que se esconde detrás de nuestra apariencia…”
¡Despertemos! ¡VIVAMOS! ¡SEAMOS!
Un abrazo.
Perla Guggiana. -Curso de Formación interior-
TEMA del día 25/09/2012: Las adversidades
Texto interpretado por Perla Guggiana LAS OPORTUNIDADES DE LA VIDA
(*) Texto del libro: “Autoconocimiento Parte I”, de Claudia Guggiana
Nota: No olvidéis difundir el Curso de Formación interior www.cursos-autoconocimiento.com, ¡muchos nos están esperando!
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